Tu pareja no es tu enemiga: es tu espejo

Hay momentos en los que sentimos que la persona que tenemos enfrente —esa con la que compartimos lo íntimo, lo cotidiano, lo vulnerable— se convierte en amenaza. Lo que dice nos duele, lo que hace nos enoja, lo que calla nos despierta viejas heridas. Y entonces aparece la distancia, el reproche, el impulso de defendernos como si el otro fuera el enemigo.

Pero… ¿y si en realidad fuera un espejo?

Lo que vemos afuera también vive adentro

A veces lo que más nos molesta del otro es justamente lo que evitamos mirar en nosotros.
La impaciencia que señalamos, la frialdad que nos duele, la intensidad que rechazamos, la demanda que nos abruma… suelen ser partes nuestras que aprendimos a esconder, negar o temer.

El vínculo amoroso revela.
Nos muestra zonas que quedaron heridas, patrones que sostenemos sin darnos cuenta, formas de amar que aprendimos para sobrevivir y que hoy ya no nos sirven.

El desamor que experimentamos afuera muchas veces empezó adentro:
en nuestra falta de registro, en la desconexión con lo que sentimos, en el abandono propio que después trasladamos al vínculo.

Y cuando lo miramos con honestidad, algo se ordena.
No porque la otra persona cambie, sino porque dejamos de luchar contra el espejo y empezamos a reconocernos en él.

El poder de transformarte desde vos

Sanar el amor no es cambiar al otro: es volver a vos.
Es preguntarte qué parte de tu historia se activa en esa reacción, qué herida se abre detrás del enojo, qué necesidad no registrada está pidiendo ser escuchada.

Cuando empezás a verte, todo se transforma:
tus límites, tu forma de comunicarte, tu deseo, tu manera de pedir, tu sensibilidad, tu presencia.
Y desde ahí, los vínculos cambian también.

Este sábado, si querés dar un paso más… 🌸

Si sentís que repetís vínculos que duelen, si te encontrás en relaciones donde te apagás, te perdés o luchás por migajas de amor, este espacio es para vos.

Este sábado nos encontramos en Del desamor al buen amor. Un encuentro vivencial para reconocer tus patrones, sanar el modo en que aprendiste a amar y abrirte a un amor más consciente, tierno y verdadero.

Reservá tu lugar y empezá a transformar el espejo desde adentro.
Porque el buen amor se aprende… empezando por vos.

Si compartís este contenido, por favor menciona la fuente: Paola J. Castillo – aynigestalt.com.ar

¡Renacemos juntos bajo el sol del verano!

Deja que la luz del solsticio de verano ilumine tu ser y renueve tus energías. Es el momento perfecto para iniciar una nueva etapa con claridad, luz, abundancia y propósito.